El documento habla sobre los posibles intentos del diablo para socavar la educación adventista si él estuviera a cargo, incluyendo hacer que los estudiantes lean de manera superficial, confundirlos sobre los propósitos de la educación cristiana como desarrollar el carácter y guiarlos a Cristo, y distorsionar la filosofía de instrucción para separar lo sagrado de lo secular. También trata de sacar a los buenos profesores y no descuidar a los administradores.